jueves, 29 de octubre de 2009


COMO ORGANIZAR UN DESAYUNO DE TRABAJO


Se ha convertido en algo tan habitual como la comida o la cena de negocios. Pero ¿cómo se organiza?, ¿cómo ha de disponerse la mesa? y ¿qué se sirve en un desayuno de trabajo? Se lo contamos con todo detalle.

Cada vez son más frecuentes las reuniones de trabajo mientras se degusta el desayuno.

Se puede celebrar en un hotel, la sala de reuniones o en el comedor de la empresa, si lo hubiere.

Quien afirma que una parte importante de las decisiones en los negocios se dirimen compartiendo mesa y mantel no va desencaminado. De hecho, las comidas o las cenas de trabajo se han convertido en algo habitual en nuestros días. Ahora bien, últimamente, también es muy frecuente que estos encuentros profesionales se realicen de buena mañana, mientras se degusta un sabroso desayuno. Y de la importancia de todos estos actos sociales dan cumplida cuenta las reglas de protocolo, que han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos.

Normalmente, los desayunos de trabajo se celebran entre las 8 y las 10 de la mañana, aunque el horario puede variar en función de las costumbres. Si es a media mañana, por ejemplo, ya no es un desayuno sino un coffe break. Se ofrece lo mismo que en un desayuno, con la diferencia de que se puede incluir algún tipo de alimento más consistente. El lugar del encuentro puede ser un hotel, la sala de reuniones o el comedor de la propia empresa, si lo hubiere.

Qué se sirve

• Bebidas: café, infusiones (té, manzanilla...), leche (también se pueden servir otros productos lácteos, como yogures) y agua. Por supuesto, tampoco han de faltar zumos. En el caso de que se sirva zumo de naranja natural es muy importante tener en cuenta que ha de realizarse, como máximo, 30 minutos antes de que vaya a servirse porque, como bien es sabido, las propiedades y sabor del zumo se pierden rápidamente.

• Dado que hay que empezar el día con energía y con las capacidades intelectuales a pleno rendimiento, el desayuno debe incluir productos alimenticios que aporten energía, como por ejemplo huevos, tortas, kekes, mantecadas, pan tostado o integral (y, por tanto, mantequilla y mermelada) o pastas (alguna con chocolate).

• Cómo se dispone la mesa:


• Si el desayuno se va a tomar mientras se trabaja, se colocan servilletas, pero no manteles. En caso contrario, se utiliza un mantel o manteles individuales. Es muy importante disponer el suficiente número de fuentes y azucareros repartidos a lo largo de la mesa para permitir que estén al alcance de todas las personas reunidas.

• Frente a la persona se sitúa un plato de postre y a la derecha la taza del café o té. Justo en línea con la taza han de colocarse la copa de agua y de zumo. A ambos lados del plato se colocarán los cubiertos, que habrán de ser los de postre.

• Además de disponer jarras aparte con leche fría, es aconsejable contar con termos de café, leche y agua, que mantengan los líquidos calientes. El agua caliente sirve tanto para las infusiones como para el descafeinado o café soluble.

En cuanto a las reuniones particulares (con familiares, amigos...) los expertos en protocolo consideran que últimamente, una de las opciones más chic es la de la merienda (que puede ser un té o una merienda cena). Algunos de los consejos aquí reseñados para el desayuno pueden aplicarse también a las meriendas, aunque éstas merecen un artículo aparte.















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